Coaching Ejecutivo para tu organización. Qué es el coaching ejecutivo y cómo puede ayudar a tu empresa.

¿Cómo funciona el coaching?

El coach acompaña de manera personalizada al coache (persona con la que se trabaja) para que éste pueda explotar al máximo su potencial desde la práctica.

El Coaching ejecutivo es un proceso de transformación personalizado y confidencial.

Mediante un conjunto de herramientas y preguntas que incitan al autoanálisis de las creencias limitantes, que ayudan a descubrir otros puntos de vista, para que la persona pueda llegar desde la situación en la que hoy se encuentra, a la situación en la que desea estar.

Una diferencia muy importante de conocer es que en coach no es un psicólogo, ni un mentor, ni un consultor.

El coach ejecutivo no es un psicólogo, pues no está habilitado para atender patologías y no se centra en resolver temas del pasado, sino en generar una nueva visión hacia el futuro.

No es un mentor, pues nunca dirá cómo y que se debe hacer en cada situación, no es un experto en todos los temas.

El coach ejecutivo tiene técnicas que para facilitar y guiar el aprendizaje del coache (cliente), a través de ejercicios, preguntas poderosas, indagaciones y evaluación de alternativas.

Tampoco en es un consultor. Si bien pueden tener conocimientos de algunas industrias, un coach nunca dirá que pasos debe tomar una organización para salir adelante.

El coach ejecutivo busca que el coache, luego del proceso de autoaprendizaje, sea capaz de distinguir que acciones debe tomar para lograr sus objetivos.

El término «coaching» es de los más escuchados en la actualidad.

En este artículo trataremos las distintas cuestiones que hacen al coaching ejecutivo, su ámbito de aplicación y los beneficios que puede traerle a tu empresa.

Coaching ejecutivo

¿Qué es el coaching ejecutivo?

Dentro de los distintos tipos de coaching, encontramos el coaching ejecutivo, que tiene por gran característica el hecho de que el coache es un ejecutivo.

Es decir un cargo suficientemente alto, o en vías de serlo, que le demande responsabilidad y toma de decisiones y, sobre todo, a cargo de un equipo para la consecución de los objetivos propios de su área.

En este ámbito, se buscará mejorar la escucha activa y las habilidades propias para mejorar la toma de decisiones y la forma en que se abordan las necesidades de los subalternos.

También es frecuente encontrarnos con este tipo de coaching para manejar situaciones estresantes o de gran tensión o mejorar la propia seguridad frente a los desafíos laborales.

Se trabajan habilidades directivas como liderazgo, desarrollo de gestión estratégica, comunicación, gestión de personal, motivación de equipos, etc.

También habilidades personales como autoconocimiento, independencia, autoconfianza y responsabilidad.

Retomando, la importancia del objetivo central, que será generar un cambio en el comportamiento y perspectiva de la realidad, es normal que el coaching se base en el establecimiento de una estrecha relación de colaboración entre el coach y coachee.

Diferencias entre el coaching personal y ejecutivo

Si bien parten de la misma base, existen importantes diferencias en materia de ámbito de aplicación, perspectiva y objetivos a conseguir.

Coaching Personal

El coaching personal es por definición aquel que se orienta a personas individuales que quieren transformar algún aspecto de su vida, es decir, han tenido un quiebre en su transparencia: sea interno, familiar o profesional.

Como su nombre lo indica, es la persona es quien toma la iniciativa y se automotiva a hacer el proceso de coaching (será la propia persona la que contacte al coach para iniciar su proceso).

Para saber más de coaching personal, clic aquí

Coaching Ejecutivo

El coaching ejecutivo, por el otro lado, se centra en lograr objetivos en el plano organizacional, dotando de herramientas para mejorar el autoaprendizaje y saber gestionar diversas situaciones.

En este tipo de coaching se ponen en valor los vínculos laborales y las sinergias profesionales por sobre otro tipo de lazos más íntimos (como sucede en el coaching personal).

De allí que los objetivos puedan ir desde maximizar ingresos, mejorar la productividad, aprender a gestionar un equipo intercultural, controlar el stress o navegar en tiempos de incertidumbre.

Otra diferencia significativa, es que es la empresa u organización es la que busca y contrata los servicios de coaching para que ayude a un directivo o alto ejecutivo a mejorar profesionalmente.

Aquí debemos mencionar que la empresa tendría el papel de patrocinador del proceso de coaching y coachee es el ejecutivo al que se desea se aplique el proceso de coaching.

Las personas receptoras de coaching ejecutivo suelen tener cargos importantes dentro de la compañía (directivos, empresarios, managers de alto rango).

Este suele ser motivo suficiente para que las empresas quieran invertir en este tipo de servicios para acompañar el desarrollo profesional en vistas de aumentar el rendimiento organizacional.

La Confidencialidad del Coaching Ejecutivo

Es menester mencionar que tanto en el coaching personal como en el ejecutivo, existe la absoluta confidencialidad en todo lo que exprese el coachee al coach en la sesión.

Si el coache no brinda plena autorización, de que se divulgue lo conversado en las sesiones, por más que el patrocinador lo desee e insista, el coach no está autorizado a divulgar lo conversado en la sesión.

Sin embargo, si el coache autoriza plenamente compartir las dinámicas de las sesiones, el coach podrá dar a conocer información pertinente al objetivo buscado al patrocinador.

El resultado del proceso y de la transformación se verá en los resultados.

Beneficios del coaching ejecutivo

La finalidad del coaching ejecutivo es lograr un auténtico desarrollo profesional y humano del directivo de la empresa para incidir positivamente en su desempeño laboral y en su calidad de vida.

El coaching ejecutivo, como ya hemos visto, se reserva para altos cargos con poder de decisión y grandes responsabilidades. Veamos ahora algunos de los beneficios que suponen para la organización:

Mejora de la comunicación interna

La comunicación es el motor de todo grupo humano y organización.

Mejorar la forma en que se informan los cambios o directrices, gestionar reuniones, fomentar las ideas, canalizar las quejas, propiciar las nuevas sinergias, son algunos de los beneficios en materia de comunicación interna.

Claridad en la toma de decisiones

Los objetivos de los empleados y los de la empresa deberían estar alineados para garantizar el éxito y supervivencia de la organización. Aún más cuando se trata de altos ejecutivos, donde las decisiones tienen mayor impacto.

En este caso el coaching ayudará a que se tomen mejores decisiones frente a diferentes circunstancias que supongan tensión, gran responsabilidad o incluso momentos de cambio.

Potencia el liderazgo

Hay empresas que se encuentran con esta necesidad emergente.

Sea porque los directivos carecen de la habilidad de liderazgo, porque la estructura organizacional no lo permite o porque los desafíos actuales se tornan incompatibles con el tipo de liderazgo presente, el coaching ejecutivo será de gran valor para potenciar el liderazgo interno.

De igual manera, puede ser de gran impacto en la forma en que se relacionan los líderes con sus equipos, sobre todo en materia de comunicación, delegación de tareas e identificación de fortalezas y áreas de mejoras.

Ayuda a utilizar los recursos existentes de forma eficiente

Otro de los beneficios que se desprende de los anteriores es el comprender la mejor manera de utilizar los recursos de la empresa para maximizar las ganancias.

Trabajar de forma inteligente, potenciando los recursos existentes y utilizándolos de tal forma que se incrementen los beneficios.

Mejora el rendimiento del ejecutivo

Incluso cuando las cosas están bien, podrían estar mejor.

Aunque la empresa y su personal cuenten con las habilidades necesarias para el correcto funcionamiento, seguramente hay áreas de mejora en las tareas, tiempos de ejecución, consecución de metas, etc.

Aquí el coaching también pasa a ser una herramienta de gran utilidad.

Autoconocimiento

Un proceso de coaching ejecutivo es la oportunidad para que el directivo analice y tome conciencia de cada componente de su vida.

Al hacerlo, descubrirá habilidades que no ha desarrollado plenamente, ampliará sus competencias y, con ello, mejorará su rendimiento.

Mente libre

Gracias al entrenamiento, problemas que a primera vista parecen muros infranqueables se revelan como barreras autoimpuestas por miedos personales o miedo a críticas ajenas.

Estos obstáculos se derriban gracias a la autovaloración y al redescubrimiento de habilidades y capacidades.

El autoconocimiento empodera y permite entender cómo las propias particularidades son herramientas para enfrentar y gestionar situaciones de riesgo.

Redefinición de metas

El coaching ejecutivo es un proceso de autoconocimiento que cambia el panorama laboral y personal del directivo, y se vuelve una herramienta para analizar e incluso redefinir objetivos y metas de una forma clara y realista.

El entrenamiento da la pauta para revigorizar el desempeño en el trabajo, y crea conciencia de los valores y propósitos tanto personales como de la empresa, generando mejores resultados para ambos.

¿Cuándo es necesario el coaching ejecutivo?

El coaching directivo o ejecutivo busca gestionar cambios en la empresa a través de las personas clave, y también supone una inversión y apuesta de la organización hacia sus empleados.

Si bien suele ser común en casos de bajo rendimiento, problemas o crisis emergentes, podremos ver áreas de mejora en prácticamente cualquier momento de la vida organizacional.

Algunos de ellos:

  • Cuando no hay buena comunicación o el directivo no da lugar a ideas y colaboraciones de forma activa.
  • Ante la inseguridad al momento de tomar decisiones.
  • Si el ejecutivo demuestra falta de confianza en su equipo o incluso dificultad para delegar tareas.
  • Cuando se necesita trabajar en profundidad la autopercepción y la inteligencia emocional para mejorar las relaciones dentro de la organización.
  • Cuando se ve amenazado el buen fluir de la comunicación interna.
  • Para gestionar ansiedades, stress y bloqueos que impidan llegar a objetivos.
  • Cuando la empresa experimenta falta de compromiso de sus empleados o de fidelidad a su equipo y jefe.
  • Cuando se llegan a niveles tóxicos de competitividad frente a la colaboración para lograr las metas.
  • Cuando el ejecutivo no es capaz de sacar a la luz lo mejor de su equipo y potenciarlo.

Si desea tener más información por favor, envíenos su mensaje haciendo clic aquí

Gabriel Suarez

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